lunes, 29 de octubre de 2012

Octubre

Hace tiempo se reunieron los meses del año. Diciembre y julio, siempre fiesteros, organizaron un pachangón de aquellos.

Ya había pasado mucho desde la última vez en que habían coincidido todos. Cada uno acostumbraba ver solamente a sus vecinos. Febrero saludaba seguido solo a enero y a marzo, y así los demás.

Estaban muy felices de verse de nuevo. Y pronto la fiesta se empezó a animar. Comieron bocaditos de queso y uno que otro se animaba a probar los escamoles. Había aguas de muchos sabores y colores, serpentinas colgantes entre los tendederos.Los "salseadores tropiqueños" amenizaban el ambiente.

Como en toda fiesta que presuma de ser buena, se llegó el tiempo de parlotear. Cada quién hablaba de la bendición y los beneficios de ser él mismo. Marzo decía que el era muy afortunado de ver las mariposas en pleno vuelo y el despertar de la primavera. El jactancioso de julio hablaba de las mañanas cálidas y las fiestas interminables en su honor.
Todos fanfarroneaban. Y octubre se quedaba ahí, mirándolos en silencio. Avergonzado de no sentirse tan especial. Disimulando.
- ¿Qué podría yo decir? ¡Soy el más simple de los meses! Sólo se acuerdan de mí por esa horrible fiesta de monstruos. ¡Y ni siquiera la disfruto completa! Llega noviembre y me despacha a medio disfraz. Cuando están conmigo, los humanos empiezan a hablar ya de navidades, vacaciones e invierno. Soy invisible.

Aburrido ya, decidió partir hacia su casa. Decidió que, como abril, - que era quien lo habia llevado de aventón - se estaba diviertiendo tanto, él caminaría. Iba absorbido en sus propios pensamientos. Dudando de su valor, cuando, detrás de un enrejado lleno de enredaderas y flores blancas, escuchó la voz de unos enamorados que miraban al cielo complacidos:
- Esta noche es maravillosa - decía una masculina voz. - ¿Recuerdas cuando te conocí? Tu rostro se enmarcaba por la luz de la luna de octubre. Me enamoré. ¡El corazón me latía tán rápido!

Octubre sonrió. Esa luna que pensaba que sólo él veía, ¡Ese era su tesoro!

Feliz octubre de inmensas y plateadas lunas. Porque en la quietud y el silencio también hay gozo, sobre todo cuando estamos en el hoy.

martes, 9 de octubre de 2012

El videojuego de la vida

Hoy es un dia crucial. Katrina Pepina debe confesar algo inedito e increible: es malisima para jugar videojuegos. Y como es fufurufa y de esas que se autoanalizan - dizque muy racional la mujer- ha descubierto el porque de su comportamiento en cuanto a cajas magicas se refiere. A ella no le preocupa llegar al siguiente nivel. No es su prioridad. Sus hermanos no juegan con ella porque dicen que se la pasa bobeando en el entorno del personaje. No es de las que se siguen derecho y se van por atajos. Ella prueba todas las puertas, tubos, accesos, ventanas y lo que haya. En Mario Bros golpea todos los cubitos - aun los no golpeables- sin importar cuantas vidas le cueste.
Manana sera un dia dificil. De pruebas. De comportarse como adulta responsable y comprometida. Y la verdad es que Katrina Pepina esta aterrada. Los demas dicen: "todo te saldra bien, puedes lograrlo". Nuestra insigne cobarde espera hacer su mejor papel. Algunos dicen que la vida son retos que se superan uno a uno, y que cuando estamos listos nos viene uno de mayor dificultad. Es ahi donde la filosofia de los videojuegos se hace presente. Esta protagonista se la ha pasado explorando las entradas, merodeando en el entorno, apreciando una y otra vez los caminos para llegar a la meta. Pero no ha terminado el nivel. Y hoy le dicen que es hora de pasar al quinto. Por eso todo este drama.
- Aqui si se aplica la frase aquella de: "O te echas la vida, o se te echa encima".