Un sabio albañil dijo una vez: "Cuando se entrega el corazón se desfachata el cuerpo".
Katrina Pepina anda haciendo nuevos amigos. Aumentando su lista de personas para enviar tarjetas de navidad. Espera que de esa manera le lleguen más. Porque el catorce de febrero pasado nomás le llegó una cartita, ¡de su tía!
¿Cuánta gente se pone gorda, y vieja, cuando decide que ha encontrado la tuerca, -o el tornillo- de sus sueños?
Y descuida los amigos, la familia, se le muere el perro, o de a tiro se le olvida lavar los trastes hasta que en su casa parece que se está grabando la película esa de "El Departamento de Joe". (Dícese de la peli donde un tipo vive en común acuerdo con un montón de cucas muy cotorras).
Eso no ha sucedido con Klink, Diógenes y Natolio.
Se conocen desde que eran Klinkito, Diogenesíto y Natolito (como que se me antojó un atolito...), hasta el biberón se compartían. Y a pesar de que encontraron a los pellejos de sus sueños - hablando de la amistad eterna - no se ponen viejos y no se dejan engordar.
Klink suelta unos albures que le salen natos.
A Diógenes le deberían poner la canción de "Negrito Sandía..." por aquello de las groserías...
Lo cierto es que hay pocas personas en las que las malas palabras suenan tan buenas, y Diógenes es una de ellas.
Natolio tiene tantos agujeros como un queso Gruyére. Y es buenísimo para organizar pachangas.
Mientas tanto, Katrina Pepina se entretiene mucho conociendo a esos viejos conocidos que conocía pero que no les hablaba.
Una filosofadera que sueltan. Les hace falta otra lengua pa' poder echar la sopa con mas vuelo.
Hasta ahora se ha divertido. Y ha aprendido mucho. Espera seguir asistiendo a sus fiestas y escuchando su radio (www.dtpradio.com y no es comercial). Y espera poder volver a platicar con la Má de Natolio de una manera tan entretenida.
Katrina Pepina los ve y recuerda sus tiempos de chiclosidad. De cuando mandó a volar a Escorbuto con La Coloidal a un lado. Cuando iba de vacaciones con La Misteriosa Chica del Nombre Muy Largo y Suit Flauer, y se ponían chulas pa ir a comprar tortillas.
-Ah, pero que divertidas aquellas. Aunque éstas no están nada mal, nada mal....