jueves, 22 de abril de 2010

Inga... ¿Qué?

-Ingeniero niña, ingeniero... -Alega Katrina Pepina con intensidad.
-¿Y esos que hacen hermanita? -  Pregunta Caramelita fingiendo interés.
- Pues, pues... Bah! no importa tu nomás dime así.
-Ay Katrina Pepina y por qué si estamos en la casa tenemos que decirte así? Somos tu familia! - Alega Má medio ofendida.
-Estudié muchos años pa' que me pudieran decir así, y ora nadie quiere decirme!
-No le hagas caso mija, déjala que se lo repita frente al espejo...

El Chico Gruños está embarazado...

Y esque fue una gran noticia el año pasado la de aquel hombre que estaba embarazado. Pues siiiii! pero eso fue trampa porque habia sido mujer, y aunque su voz fuera distinta, y por afuera se viera muy macho, tenía una barriga muy fecundable ahi entre las tripas.

Con el chico gruños no fué así. Katrina Pepina lo conoce desde chiquito y sabe que es muy macho. Y sin embargo, está embarazado.

Katrina Pepina está contenta por ser tía por tercera vez. Pero definitivamente no se aventuraría a sobarle la panza; peligro y se le quede enmarañada la mano, llegue un paparazzi, los fotografíe en una escena incómoda y los dos se pongan colorados. Mejor de lejitos.

-No, no. Lo mejor será decir la verdad. La gente va a confundir las inclinaciones del chico gruños y a ensuciar su reputación...

Lo cierto es que va a ser papá. Katrina Pepina y Escorbuto describen el aspecto del futuro sobrino:

-Blanco, blanco...
-Peludito tal vez...
-De seguro va a estar altote cuando crezca...
-Ojalá se llame como yo...
-¿???!!!

Todo sucedió muy rápido. Un día iba a ser papá y al otro estaba ya casado y luego venía de vacaciones. Y un día ya no vino.
Y aunque Escorbuto y Katrina Pepina se sentían medio raros y como que sorprendidos por la velocidad de los sucesos, el Chico Gruños fué tan valiente y tomó las cosas tan tranquilo que no queda mas que admirar su felicidad.
Y mandarle un abrazo a él y a su nueva y especial familia...

jueves, 15 de abril de 2010

De pláticas...

¿Por qué la gente siempre habla de otras personas como si todo mundo las conociera?

- Si hija, el otro día fui con doña Remedios y le pedí una pomada para los callos…
- A ver, a ver, ¿quién es Doña Remedios?
- Pues cómo que quién… La señora de la tiendita esa a la que le robaron la bolsa el otro día…
-Mmm…
-Si. La que tiene un hijo en la escuela tal y que tiene otros dos en donde mismo que está Roñito el de Doña Cuca…
-…
-¿Te acuerdas de la viejita que te daba dulces cuando no tenías todavía dientes?
-No.
-Pues esa es Doña Cuca.
-¡Ah! Pos guau…

Y así la plática sigue interminablemente.

Al final Katrina Pepina descubre a quién tiene que estarle agradecida por las tempranas caries que el dentista tuvo que quitarle.

La espía ilustrada...

Katrina Pepina tiene un libro interesante. Es un libro que habla acerca de todas las verdades del universo y de cómo se acomoda todo tan acomodado…

Lo lee y descubre que todo eso ya lo sabía pero no tenía palabras tan bonitas como las de ese señor. Tal vez por eso no le tocó a ella escribir tantas verdades.

Lo malo del cuento (¿Por qué siempre alguien tiene que encontrar el negrito en el arroz?) es que se la pasa carrereando a todos y acosándolos con su filosofía…

-¡Ay! Esta changa ya me tiene harto con sus reciprocidades, sus verdades mochas y nomás acosándome…- Platica Escorbuto en entrevista secreta – Ahí anda: que piensa positivo, que eso no se hace, que no pienses en eso, que mejor si; y yo que nomás le doy bola…

-Dímelo a mi, que tengo que comer con ella diario y que vivo con ella… -Responde Refus con cara de fuchi.

- Pues a mi no me molesta escucharla. –Afirma Caramelita muy certera.

-¡Eso es porque no le entiendes!-Responden a coro los susodichos.

Pero bueno, entre los tres ya hicieron un plan. Escorbuto va a sacarla de su recámara con la oferta de una paleta, Refus esculca y saca el libro para desaparecerlo, mientras Caramelita vigila.

¡Ja, ja! Pero estos inocentes y poco ilustrados conocedores de la verdad universal no notaron que Katrina Pepina los escuchaba detrás de la puerta…