miércoles, 24 de marzo de 2010

Héroes de Actualidad.

-Chismoso, chismoso, chismoso…
-Uh que las margaritas! Ya no puede hacer uno ni un acto de moralidad civil porque luego luego le dicen a uno chismoso.
-Chismoso, chismoso, chismoso…
-Ya cállate o voy a verme en la necesidad de pellizcarte. ¿pos que no viste todo lo que se estaban embolsando?
-¡Chiiiiiismooooosoooo!!!
-¡Shhhhh! Tienes razón, tal vez no debí acusar a esos adolescentes que se estaban metiendo secadoras en los calzones…
-No te creas. Eres mi héroe. ¡Mi héroe chismoso!

La Titis


Es una chica de cabello rojizo, más bien, súper rojo, deshinibida, escandalosa y muy dulce.

Es una de las mejores amigas de Katrina Pepina, y aunque sólo la visita de vez en cuando, se la pasan muy bien por las vacaciones. Caminan y caminan, comen hasta reventar pero sobre todo tienen un lazo muy especial, una siempre habla y la otra escucha...

Por lo general La Titis habla siempre como si no existiera un mañana y se niega a detener las palabras que surgen de su boca cual Bióxido de Carbono desechado en respirar. La luna, chocolates, amigas y el pasado del cual por fin escaparon son protagonistas de la noche. Y como La Titis es una Querida Fécula-Bichóloga (al menos eso fué lo que Katrina Pepina entendió cuando le platicó que revisaba popis y otras poco atractivas cosas), siempre están hablando de cochinadas y bichejos.

La Titi narra su última muestra borboteante mientras Katrina Pepina se pone verde y retira de su boca unas enchiladas de mole que en un principio le parecían agradables; la pobre se queda atónita escuchando todo lo que puede haber en un pedazo tan chiquito de cualquier cosa y decide no volver a saludar de mano ni a su propia conciencia...

Y a pesar de los sustos de dichas conversaciones, Katrina Pepina admira grandemente a La Titis, pues siempre sabe que decir, y eso la tranquiliza. Escuchar su voz es como un sedante dulce y grato en el que su tarea es sólo dejarse llevar por las imágenes que vienen a su cabeza, algo así como leer un libro con los ojos cerrados.

A Katrina Pepina ni siquiera le importaría quedarse muda un día de éstos sí y sólo sí ella está ahí para seguirle contando sus propias historias, de las dos, de siempre.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Katrina Pepina está muy enojada hoy...


En Como Sea, los hombres malos se andan paseando por doquier y no hay nadie que los detenga...

Como se han de imaginar, Como Sea está en México. Y carga con los mismos dolores que todos en estas fechas.

-Cuando yo era niña, me mandaban hasta el otro lado de la ciudad sin preocupaciones, ahora tengo que andar persiguiendo a Caramelita hasta en el patio de la casa...

Según lo que ha leído, nunca habíamos tenido tanto, tanta gente letrada (claro que aún no se comparan las cifras con las de la gente obesa), tanta comida, tanta comunicación, tanta información circulante, tanto ratero, tanto suicidio, tanta drogadicción.

-Híjole, estamos tan vacíos...

A Katrina Pepina le molesta ver a los hombres malos desayunando tacos de Barbacoa en la Calzada, gastándose el dinero del rescate de su vecino, su compañera de escuela y otros tantos que corrieron para nunca volver.

-¡Ya sé! Si somos más los buenos que los malos, ¿por qué no nos juntamos y les arrimamos una buena carrereada?

Así como antes que los perseguían con machetes, yo tengo uno y puedo sacarle filito...

Y aunque ella no es muy dada a la violencia, ya se aburrió de ver que los hombres a los que le pagan por cuidar Como Sea, se la pasen sentados en la plaza. Cree que se debe tener el coraje de Morelos o Hidalgo (eso dice porque ni los conoció), para dar la vida por tus ideales. Aunque la verdad le espanta imaginar su cabeza colgada en una esquina o en una hielera.

A pesar de que dicen que todo tiempo pasado fué mejor,Katrina Pepina tiene la esperanza de que no sea así.

Cree que México, Como Sea y todos los pintorescos pueblos de su país, tienen derecho a mantener su polvosa carita en alto y a exigir algo más y algo mejor. Eso la hace levantarse cada día y tener ganas de irse a buscar trabajo, de superar sus propias limitaciones.

-Porque creo que el día que muera voy a extrañar mucho estar viva...-Se dice en sus cavilaciones.

De cafés...


-Híjole, ya me dió otro torzon...
-Ayyy pero tu no entiendes, y para que sigues comprando ese cafe?!
-Es que quería ver si esta vez no me pasaba lo de siempre...
Y después de los torzones, los nervios alterados y el insomnio de locos,
Katrina Pepina se dió cuenta de que sí le había pasado lo de siempre.
Bien dicen que solo el humano topieza dos veces con el mismo café...