miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ahora Katrina Pepina es maestra.
Todo ha sucedido muy rápido y de repente se sorprende mirando al horizonte -es la manera elegante de decir en la lela-, tratando de analizar la velocidad y certeza de los hechos.

Ya tenía su petatito en el lomo para irse de vacaciones improvisadas con Escobuto, nomás un dillita, cuando le llegan a la casa diciéndole que si quiere ser maestra de física.

Las vacaciones y compras se pospusieron, hubo que arreglar pendientes y agarrar camino al cerro.

Nuestra suertuda protagonista nunca había andado por aquellos rumbos de Como Sea y no dudó ni un minuto en explorar el lugar a su arribo.

-Está bien, me perdí...

Pero en cuanto encontró el camino de llegada, la recibieron un bonche de hojas y veinticinco individuos con hambre de saber.

-Yo digo que de pasar.

Es así como Katrina Pepina sigue acumulando en su archivo experiencia laboral y en su alcancía pelusas. Deseémosle buena suerte.

sábado, 18 de septiembre de 2010

De recetas y pescuezos.

Después de días y más días de traer el mocasín escurriendo, Katrina Pepina por fin fué al doctor.

La verdad el único doctor al que le gusta preguntarle cosas está encerrado aprendiendo a ser más doctor todavía. Pero nuestra fluida (por aquello del flujo nasal) amiga no podía esperar tres años más con semejante virus albergado en su cuerpo. Hubiera generado escasez de papel higiénico, entonces el petróleo se convertiría en poca cosa y lo andarían regalando en tacitas de té. Mientras, la guerra por el papel de baño desataría el fin de la era. ¿Ven como si es importante la frase aquella de "tus decisiones cambian al mundo"?

Bueno, el chiste es que después del análisis (también denominado chequeo del aceite) de rutina, y de platicar un rato de cosas banales pa' que se hicieran los cinco minutos mínimos cobrables (así como en un cibercafé), el médico ha resuelto que la corpuscortada en cuestión tiene rinosinusitis.

-Eso suena como a gripa de rinoceronte...-Comenta Má conpungida. Katrina Pepina la mira con cara de:... ¡bueno ya saben ustedes como hace uno la cara en esas situaciones!

-No. Tiene tapadotes los orificios estos.-Dijo el matasanos en cuestión señalando hacia su rostro.

-Menos mal. -Soltó Katrina Pepina desafortunadamente, pues Má la volteó a ver con ojos de "algo hay que no me has dicho..."

El caso es que le dieron una recetona más larga que la de las enchiladas de mole dulce. Y la susodicha corrió a la farmacia a adquirir sus cajillas salvadoras.

Cuando abre los frascos, ¡Oh sorpresa!

-¿De veras esas pastillonas tienen que pasarme enteras por la garganta? Parecen supositorios. Están más grandes que los chicles de bolita de las maquinitas de a peso...

-Ni modo creatura, y cuatro veces al día.

-¿No hubiera sido menos doloroso el recetarme esas inyecciones de aceite?

-¡Bah! Chipileces tuyas de lombriz enferma.

Es así como Katrina Pepina ha de sanar. Aunque luego ocupe una reconstrucción de esófago. Eso sí, qué "lucha por las drogas" ni que nada, si las meras buenas vienen en frasquitos y te las venden con receta...

viernes, 3 de septiembre de 2010

Desde este humilde rincón...

El día de hoy hago un paréntesis para pedir un minuto de silencio. El Maestro Germán Dehesa ha muerto.
El cáncer se lo comió. Así como un día vino y se llevó a pausas a Jaime Sabines, hoy le tocó a este escritor ser su objetivo.
Siempre me hará falta. Usted que fué mi tutor sin saberlo. Que nunca me conoció y nunca me concebió en la tierra.
Me enseño que no todo tiene que ser drama. Que la vida -y más la propia- es algo de lo que vale la pena reírse cada día.
Que las palabras mochas y mal escritas no son realmente malas. Que uno puede crear sus propias palabrejas que huelan a uno, que hablen como uno habla, que digan lo que queremos decir.
Pobres y tristes traductores, cuánto han de tardar para mostrar su arte en otra nación. Porque su arte fué hecho especialmente para nosotros, los errados de camino que llegamos a esta tierra y la amamos como a ninguna otra en ninguna otra de nuestras vidas.
No usó rebundancias en vano, y una columna mostró de usted cada día tantos matices, todos llenos de humo y pavimento sudado, de niños horrorosos y gritones, de los Pumas en el estadio, de las navidades que todos hemos tenido.
Ha muerto uno más de mis padres. Uno más de los que me han hecho como soy. Gracias por dejarnos sus letras en cada hoja de papel. Gracias por vaciar su cabeza en esta tierra de nadie.
Desde este humilde rincón levanto mi copa y brindo por él, por el inigualable Maestro Germán Dehesa. Descanse en paz.

Germán Dehesa: Yo contra mí.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Más chayotes?

Desde hace ya varios días, Má se ha puesto contentilla.

Y esque la planta (-¡desgraciada planta!-se oye murmurar al fondo) de chayotes está empezando a dar frutos.

Ya el año pasado los bellos y juveniles retoños de Má quedaron hasta las pestañas del mencionado producto de la madre tierra.

Lo mismo sucedió con los familiares, los vecinos, y hasta los maestros de Caramelita.

Incluso el perro se cansó de comer chayotes rellenos.

Pero para Má eso no es impedimento para disfrutar de los grandes regalos que Gaia nos otorga.

Para evitar la tortura anual, Refus y Katrina Pepina dan plegarias todas las mañanas y todas las noches asi:

-Gracias Papá de Todos Nosotros por la comida. Está muy buena. Por favor convierte los chayotes en mangos o piñas o sandías. Amén.

Honestamente existe la duda y una gran imposibilidad de que les aparezca una rosa en la mesa y la conversión sea instantánea. Pero nunca está de más, ¿no?