jueves, 28 de enero de 2010

Excentricidades.

Katrina Pepina quiere mucho a Escorbuto, tanto que prefiere no decírselo para no espantarlo.
Y esque lo que menos desea es causarle un infarto de amor.
Mejor tenerlo vivito y con el beneficio de la Duda…

Conversando...

Katrina Pepina y Escorbuto en una tarde cálida:
-Oye…
-¿Qué?
-¿Qué Crees?
-¡¡¡¿?!!!
-Soñé que volaba…
-¿Y?
-Tú también estabas…
-Ay no, a mi no me subas a tus paseos, acuérdate que soy medio vomitivo…

sábado, 23 de enero de 2010

Una Familia Común.

Katrina Pepina vive en una casita de ladrillos dulces, al menos ella los ve así porque le gusta el dulce olor de la tierra mojada, parecida al de los ladrillitos.

Tiene dos chachalacas, uno se llama Cucurucho y la otra Gonzalita, les gusta comer lombrices y cantar muy tempranito la canción de moda.

Ella vive con Ma, Refus, y su pequeña hermana Caramelita, que peina a sus muñecas cada día de manera diferente y espera ser maestra cuando sea grande, aunque también espera que la vida le complete para ser bailarina, doctora, peluquera, cantante, mamá de tantos niños como muñecos tiene, y uno que otro pasatiempo más.

Hasta hace tiempo, Katrina Pepina tenía unos Tatas que la consentían y le compraban dulces, pero un día se despidieron y se fueron a No Sé Dónde, que es un pueblito perdido en los mapas; sin embargo, Katrina Pepina cree que siempre la están cuidando, y por eso procura portarse bien. Para las veces en que piensa portarse mal, se compró una sombrilla, pues asegura que siente las miradas sobre su cabeza…

Tiene dos sobrinitos que le jalan el pelo y le muerden las orejas, y a los que ella les daría gustosa todas las orejas del mundo: Pequeño y Más Pequeño, quienes son hijos de su mejor amiga: La Misteriosa Chica Del Nombre Muy Largo.

Cuando leyó esto, Katrina Pepina no pudo evitar decir:
-Ah caray, creo que mis Tatas ya vendieron mi exclusividad…

viernes, 22 de enero de 2010

Día 21

Katrina Pepina y Escorbuto viven en un pueblo llamado Como Sea, aquí en Como Sea amanece tempranito y las chachalacas cantan las mañanitas por las ventanas de los perezosos.

Es así como Katrina Pepina se levanta, todos los días, flojilla y lagañuda esperando las indicaciones de Ma, que ya tiene como cuatro horas levantada.

Hoy se desperezó temprano por un susto, recordó que cuando Ma se fuera, tendría que darle de comer a Refus, su corajudo hermano. Refus es adolescente y cree que todos tienen la culpa de todo menos él, y que nadie lo comprende. Aunque Katrina Pepina lo quiere mucho y le gusta molestarlo.

Nuestra protagonista estaba muy contenta y decidió ponerse fresca y perfumada para conseguir trabajo.
Ella y Escorbuto se pusieron como locos a llenar un montón de papeleaje, (porque en Como Sea también existe la burocracia) a sacar lo mejor de si para escribir en un papel. Katrina Pepina se sorprendió al descubrir que la vida de una persona pueda guardarse en dos hojitas. Dos tristes hojitas y aparte recicladas. Un tipo conchudo las mira de arriba a abajo mientras se rasca la panza y decide el futuro de cualquiera.

Sin embargo, despues de tanta maraña por fin corren a entregar sus papelillos con la esperanza de que los vean guapos y les den chanza.
-No seré muy guapo- decía Escorbuto- pero soy muy pintoresco...

Fué entonces cuando a Katrina Pepina le llegó una noticia aterradora: el Chabacano Inpoluto se iba de nuevo. A hacer lo que hacen los chabacanos y a la tierra de los chabacanos.
-Ya deberías estar acostumbrada- se decía.
Pero la pobrecita tenía la esperanza de que cada vez que La Titi, el Chabacano Inpoluto, Escorbuto y otros tantos se fueran a ir, ella les pudiera enterrar los dientes y devolverlos pa' su casa. Y luego ponerles la correa y sacarlos a pasear.
Pero la vida no es así...

jueves, 21 de enero de 2010

Pásele que el tiempo apremia...

Bienvenidos a la casa de Katrina Pepina, una dulce y acomedida amiguita que se encuentra perdida entre sus palabras y como se le hacen bolas y no la dejan dormir, decidió tirarlas en una maquinita mágica que se encontro por ahí.
No le interesa la fama ni el dinero ni nada. Pero tiene mucho sueño y su amiga la Coloidal le sugirió que intentara algo porque las ojeras de Katrina Pepina ya parecen mas albercas de agua puerca.
Así que pásale que el tiempo apremia, las palabras se amontonan y los dedos no jalan como ella quisiera...

Katrina Pepina vive en un pueblo como cualquier otro, con gente chismosa y niños mugrosos. Puestas de sol rojas con naranjas y cerros con fomas de chancla y de panecitos con miel. Cree que es todo lo que hay que ver para morir en paz y comerse unas buenas quesadillas de jumil.

Tiene una vida aburrida y rutinaria que le permite caminar a medio día por la calle sin ningún remordimiento y escuchar musica rara a todo lo que da mientras el conductor del coche mas cercano le grita infamias por no voltear a ver antes de cuzar.

Solía tener muchos amigos, el chabacano inpoluto, la señorita derecho, la titi, el gruños y muchos otros que se fueron de su vida cuando ella empezaba a descubrir el mundo.
Se quedó sola...
Y en compañía del Escorbuto (así se llama su compinche (mas pinche que con...))  se decidió a darles de patadas a los perros bravos a ver que pasaba...

Esta es la historia de Katrina Pepina, que hoy empieza al quedarse sola de nuevo, en un lugar que conoce pero donde no conoce a nadie, bueno, si al Escorbuto, su fiel escudero de aventuras...