jueves, 19 de septiembre de 2013

TeleNOverlas

En sus tiempos de ocio - que no son pocos - Katrina Pepina enciende el televisor.
A ratitos ve el futbol, otras veces los programas culturales, pero comúnmente se entretiene más viendo caricaturas. Aunado a esto, detesta y aborrece las telenovelas.
-Menos Teresa, esa si estaba buena.
El caso es que piensa que los actores de pacotilla son falsos y superficiales. Además de malísimos para interpretar. Se sorprende inmensamente de cómo las personas ensalzan y admiran a singulares personajes, como anhelan la hora de la novela y cómo las televisoras promueven y difunden actitudes grotescas como lo son el machismo, la infidelidad, el pensamiento de " soy pobre pero feliz", la discriminación, el consumo de sustancias adictivas y por sobre todos estos, el espejismo de la vida de felices para siempre y por siempre.
Todas estas cosas la molestan, la exasperan.
Entristece de pensar en tanta gente que disfruta y celebra semejante confusión y barbaridad. Y por lo general viene aquí, se queja, reniega y propone. Pero hoy nomás reniega porque sabe que todos ellos decidieron vivir asi, o sólo saben crecer asi, o lo que sea.
-Mejor ya me voy. Ahí se quedan con su Güiliam. Au revoir.