lunes, 5 de noviembre de 2012

Instantes


-Champi, deja de hacerte el dormido y levántate, hoy limpiaremos la casa y cocinaremos algo pasable, ándale.

El chucho se levanta molesto. Se toma su tiempo para darse la estiradita matutina, el bostezo maloliente. Y un día más está listo para lo que venga.
-¡Ay!¡Quién fuera tú Champiñón!- Comenta Caramelita -¡Qué padre bañarse sólo cada quince días!
-Déjate de chistes y vamonos niña.
Dejan a la niña en la entrada. Vuelven por un camino distinto cada día. Aunque no pueden darse el lujo de que sea tan distinto considerando que viven a cinco calles de la escuela.
Recorren el suelo húmedo, Champi corre por el césped y encuentra el tesoro del día. Un hueso más para la colección.
Katrina Pepina mira alrededor. Le encanta la sensación del sol tibio al amanecer. La brisa en la piel. El rocío que cristaliza las plantas y las hace aún mas bellas.
En esos momentos, son libres, son plenos.
Y llega la nostalgia. La tristeza de saberse temporal, la certeza de la continuidad del tiempo y la incertidumbre del futuro. El hambre del presente vuelve a la conciencia.
Regresan a casa, limpian, cocinan. El día es común, los quehaceres y las preocupaciones también.
Pero al menos ya fueron felices por hoy.

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