Alguien, en alguna circunstancia, ¿ha tenido una extremidad adolorida y se ha dicho a sí mismo: maldito brazo que me sirve tanto y es tan parte de mi, pero me duele, voy a arrancarlo porque seguro si lo hago voy a estar mejor? ¿Y fantasea con ese momento en que no lo tiene y ahora no tiene ni idea de como cargar una caja pero cree que va a ser feliz cuando eso suceda?
¿Suena estúpido?
Ya leidito, escrito, tal pareciera que si.
Pero así anda día tras día Katrina Pepina.
Amenazando a su pierna, que lo unico que tiene de malo es ser una pierna y doler a ratos, y no querer jalar al mismo ritmo, y negarse a ser igual que la otra condenada con la que camina.
Pobre pierna. Escucha reclamos y gritos a diario.
Desde la ropa que viste hasta el agua que la nutre.
Pinche pierna. Es que hay días que medio se muere y no jala y pareciera que es mas fácil arrancarla a serrucho y pegarse un palo de escoba. Seguro sale más efectivo.
Quisiera decirle que no la arranque.
Pero si la pierna insiste en querer pensar con criterio propio, insiste en desobedecer, se niega a seguir el ritmo al que andamos, pretende crear su propio concepto de lo que debería o no hacer una pierna, entonces que nos pasen el serrucho, el machete, las tijeras.
Aunque en el intento muramos desangradas.
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