Primer acto:
Unos científicos chinos toman un pedazo de colchón y se ponen a revisar la cantidad de ácaros existentes:
-Todos esos bichos son iguales, patones, semipeludos y fellitos!
Segundo acto:
En Como Sea, Refus, el hermano de Katrina Pepina, mira interesado un documental acerca de unos chinos que investigan los colchones:
- ¡Ay! Todos esos chinos están iguales, ni puede uno distinguirlos. Bajitos, de ojillo rasgado y amarillos.
Tercer acto:
Desde el espacio, unos marcianos verdes y ojones (porque supongo que todos se parecen) observan confundidos a los terrestres de una ciudad cualquiera:
- Ya ves? Se me perdió el terrestre ese que andaba siguiendo. Es imposible! Todos son iguales, dos ojos, dos brazos, y esa cosa que tienen en medio del rostro.
-Nariz, se llama nariz...
Katrina Pepina cree que desde aquel punto sin retorno donde el universo se contraerá de nuevo, todo se ha de ver como un montón de pelotillas de esas que hay en los juegos de McDonald's. De muchos colores distintos, pero al fin pelotas. Y se divierte viendo como la estandarización es en principio un concepto difícil de evitar.
Ahora de reversa:
Tercer acto (segunda parte):
-Lo bueno es que nosotros si nos distinguimos, no como ellos. Mira, es obvio que mi cabeza mide seis octolatros* mas que la tuya...
Segundo acto (segunda parte):
-Refus, no digas eso. Eso han de decir también los chinitos de tí.
-No, ellos piensan que uso huaraches, gabán, sombrerote, y que duermo abajo de un nopal. Pobres, no saben que soy guapo, simpático y original...
Primer acto (segunda parte):
-Ja! Tontos televidentes, mientlas ven el ploglama nosotlos nos leploducimos pala dominal el mundoooo! Aholita que estamos en comelciales saca la maquina clonadola...
*Octolatros: Unidad de medida de los marcianos.
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