jueves, 5 de agosto de 2010

Katrina Pepina y las pulgas mágicas.

Después de trabajar como mulilla de carga, Katrina Pepina se tomó unas vacaciones.

La verdad no pensaba ir a ningún lado, esperaba estarse todo el fin de semana echadota con maíz en la barriga para que su chachalaca Gonzalita la acicalara muy bien.
Sin embargo, después de ponerse mil pretextos inútiles para abandonar la posibilidad de echarse el costal al lomo y agarrar al cerro, su conciencia se le reveló en un sueño:

- ¡Qué barbaridad! puras trabas contigo. Cuando no tienes ganas, no tienes calzones limpios, o se come la tarea el perro (que por cierto tampoco tienes).
Siempre hay un pretexto pa' no salir a vivir tu vida loca. O agarras tus chivas y te vas, o voy a traer a tu mente todos esos recuerdos que quisiste esconderme y te voy a torturar. Decide...

Al despertar, Katrina Pepina miró a su alrededor como esos raros iluminados que de repente le encuentran sentido a su existencia.

-¡Má! ¿Dónde estarán esos pantalones rotos que uso para viajar?

-Después de hacer una maleta improvisada -sin champú, jabón y pasta de dientes, por cierto- nuestra indecisa amiga se unió a la comitiva familiar y salieron con rumbo a la Ciudad de las Palmeras Domesticadas.

Dicho y hecho, el Primo Gringo, la Niña High Bass y Katrina Pepina se soltaron la greña. Comían chucherías por montones, se reían a carcajadas por la calle y tragaban frappés hasta que les dolía la panza.

Las mamás -dícese de las mujeres adultas que también disfrutaban de sus vacaciones- sugerían probar algo light en las comidas, y, después de deshacerse de los mocolescentes, corrían por café, pastel y postres. Eso sí, llegaban a la casa y cenaban ligero. Esque ellas cuidan mucho su salud.

La Niña High Bass tiene una pequeña gatita. Con un ojo azul y el otro miel. Hubo un tiempo en que todos adoraban a esta minina, hasta que creció, empezó a ser social, y sus compañeros de pachanga le pegaron las pulgas.

Cierto día, antes de volver a Como Sea, Katrina Pepina comentó:

-¡Qué pena! Me voy a ir y no va a haber nada que me diga que todo esto no fué un sueño...

Y dicho esto, se quedó dormida.

Su sueño era muy confuso, ella sonreía y miraba las pequeñas lucesillas que la rodeaban y cantaban una dulce melodía:

-...un regalo te vamos a hacer,
     que nos vas a agradecer,
     cuando despiertes verás,
     que olvidarnos no podrás...

Por la mañana, al vestirse para viajar de nuevo, sintió comezoncilla, pero tenía prisa.

Cuando llegó a casa, ya estaba desesperada y quería tener como tres manos extra para rascarse.

Al charlar de nuevo con su familia, de la que se había despedido, descubrieron que habían tenido el mismo sueño, y ¡También estaban llenos de ronchas!

Todo fué muy misterioso. Hay cosas que no se explican. Pero lo cierto es que ahora nadie puede dudar acerca de dónde estuvo estas vacaciones...

1 comentario:

  1. Interezante pero de ves en cuando por asi decirlo en vacacioens no pensar en nada mas que en eso vacaciones

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