jueves, 22 de febrero de 2024

Invisible

"¿Cómo no te había visto antes, en ninguna otra parte, eh, eh? Siempre miro a otro lado pero hoy estabas justo delante..."

Escucha Katrina Pepina a todo volumen a Carlos Sadness. 

Y piensa, cómo, las personas existen hasta que las ves. 

Puedes pasar años en la misma cuadra, en la misma ruta. Pero a quienes no ves, no existen.

Así de limitados son nuestros ojos, nuestra mente, nuestro corazón. Así de breves los encuentros y las despedidas. 

Recordó cuando fue a Chilangolandia. Su tierra natal. ¡Cuántas personas! Eran como ríos en cada esquina, en el subterráneo, en el centro comercial.
¡Cuántas historias! Casi todas jamás contadas. Volátiles, perennes.

Gente que no son gente sino mares, existencias que nunca vuelven a coincidir. Que comparten por unos segundos el aliento, el espacio, el tiempo. Y desaparecen.

Y así como mirar hacia afuera, al de al lado, es darle sentido y existencia, mirar hacia adentro es un arte brutal en el que se es consciente de sí mismo, donde se recuerda que se es, que se hay, que se existe.

Hay que saber a dónde mirar afuera, y hay que amarse mucho para mirar adentro. Cerrar los ojos a lo vano, a los egos. Abrirlos a las sombras y luces que albergamos.

- 'Yo soy libre del temor, cuando me tocas tú...' Canta Lila Downs en el aire. Y nuestra susodicha cree que las miradas tocan también. 

Ustedes no lo saben, pero hasta este punto, este texto era un borrador. La narradora estaba profundamente convencida de la existencia sólo de aquellos a quienes se ve. Pero, hace unas horas, hablando - y llorando - consigo misma frente al retrovisor de su auto, Katrina Pepina ha descubierto que es mentira. Que está en un error.

- Las personas existen, sean vistas o no. - La vida transcurre y se desenvuelve. Uno no puede depender de ser visto para existir, para ser. Cada quien merece ser reconocido, valioso, independientemente de si se percata el mundo de su presencia o no. Cada vida tiene un significado, un propósito y un camino. Y aunque para el individuo común sea imposible verlo todo, alcanzarlo todo, darle sentido, existe una fuerza qué si puede hacerlo y le da valor e integridad a cada elemento del universo. Y cada cosa vale, es sagrada, eterna y mutable. 

Así ha decidido ella describirse, como alguien valiosa, sagrada (como las vacas en India), eterna su alma y mutable, adaptable, libre y líquida. 

- Basta de calcular mi valor por ser vista o no. Basta de calcular mi existencia y su significado en proporción a factores externos y juicios de desconocidos. Soy, y valgo, más allá del tiempo y del lugar, de la compañía y de la soledad, por el simple hecho de ser yo. 

Este mensaje es para ti, querido lector. No te veo, pero eres, vales y mereces. Te abrazo en estas letras. De manera atemporal. Gracias por estar aquí en este día de iluminación y ruptura de paradigmas. 

2 comentarios:

  1. Que precioso 🥺🤩 me llegaron tus palabras, tienes un don de escritora

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    1. Gracias Marianita, por venir, leer, compartir. Me da gusto saber que todas estas letritas pueden despertar algo en ti. Un abrazo.

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